sábado, 20 de septiembre de 2014

NO ME ARREPIENTO DE ESTE AMOR !!!

Cuarto encuentro de Las Pibas Dinamita en el torneo, está vez el rival fue conocido: Complejo Burrito Martínez. Por ende, teníamos algunos tips , datos bilardistas para enfrentar el momento. Armamos la listita de supermercado y salimos con los siguientes mandatos:
-          No dejareis que Sonia respire
-          La guardameta rival no se agachaos en ningún momento. Tiráis bochazos a los ángulos inferiores.
-          Todo el equipo Complejo Martínez jugáis alrededor de una sola de sus jugadoras. Entonces,  repetid: “Elu nuestra que estas en el caucho. Santificado sea tu nombre, venga a nosotras tu amurallado juego; hágase tu voluntad en defensa como en mediocampo; Danos hoy tus goles llenos de encanto; perdona nuestros cuelgues, como también nosotras te perdonamos que vengas girada; no nos dejes caer en un 17 a 0; líbranos de la   “10” rival. Salut.”





       Hechas las aclaraciones, guardamos la oración en los bolsillos y salimos al ruedo. Lloviznaba, la cancha patinosa, la pelota re pesada. El primer equipo formó sus hileras de la siguiente manera: Aldu, Magu, Elu, Paulita y Florcita. Tal como sospechamos, todo el equipo contrincante jugó en base a su jugadora número 10, lo que esto no quita que la mina la descose, independientemente de todo. Por más que le pongamos una sombra a seguirla, tiene esa hermosa habilidad con la que todas quisiéramos contar, para dejarte de cara, escabullirse y bombearte el arco. Pero como ya es sabido, Elu en eso es mandada a hacer. Alma de defensora innata.  Con la Petiemputesidasiseenoja, arman un dueto fantástico. Se entienden, se complementan. Tal vez ni ellas se den cuenta de esto. Pero  en cuanto a nivel equipo te dan mucha seguridad. Si están ellas, no nos van a cagar a goles. Meter goles, sí. Pero cagarnos a goles no. Florcita y Pau también se engancharon bien. Paulita más a lo defensivo y Flor más a lo ofensivo. Primer gol de ellas, a los pocos segundos,  una gilada, un rebote desafortunado.
      El partido en sí fue parejo. Había una jugadora burritomartinense encargada de jamás ir a la pelota, su objetivo eran las piernas rivales. Esto volvió muy complicado poder pasar el mediocampo. Porque en cuento agarrabas un poquitito de velocidad, pum! Abajo. Falta jué!

Segundo gol de ellas, otra vez distracción nuestra. Esta vez hay que decirlo, ambos goles, ambos nos los comimos. No fueron la gran hazaña, pero sí ellas supieron ver cuando nos dormimos para velarnos. Tal vez sea en esto donde debamos empezar a aceitar. Los pequeños descuidos nos están costando caros.
2-0 en contra. El ánimo ni abajo, ni arriba. Estábamos jugando bien, sólo había que buscar el momento para el arco. No pensarla tanto. No analizar, no medir. Ir. Siempre ir. La defensa estaba bien plantada, ahora la delantera tenía que hacer lo suyo. Dale Sol, Dale Aldu. Tírense un paso. De ellas salió el gol que nos dio el desquite para no terminar con el marcador en 0. Aldu gambeteó de acá y de allá. Se frenó. Con su manito corrió a una chambona. Volvió a tomar empuje. Se metió por el costado izquierdo. Levantó la mirada, vio que  el arco estaba muy difícil, como desdibujado. Milésima de segundo después la vio llegar a Sol por el costado derecho, sola. Solita. Alnerd hizo el pase en el momento preciso. La pelota cayó a los pies de Sol. Y como salen las cosas cuando no las pensas tanto, cuando dejas que fluyan, sin tanta razón y con más sentimiento. Así fue el gol. Hermoso. Limpio. Sin nadie en el medio que desvíe el bochazo.
                Así terminó todo. 2-1 abajo, pero con el sabor de un golaso a favor. No jugamos mal, yo las vi enteras. La vi a Flor crecer mucho, ahora se lleva la pelota y la saca en momentos en que por dentro uno dice – Listo, nos meten otro gol. Pero ahí aparece Flor con sus piernitas de plastilina. Aldu y Sol, son la analogía de Elu y Magu. Unas arriba, otras abajo. La Chucarita volvió después de mucha manija de fútbol y en lo personal, es aliviador tenerla. Al costado de la cancha tratamos de bajar el ritmo, de reírnos a pesar de todo. De frenar cuando nos vamos de mambo, cuando no ayudamos. Perdimos otra vez, pero nadie salió triste, ni enojado. De a poco vamos aprendiendo a perder.
Este domingo tenemos otra oportunidad más para demostrar esas cosas lindas que nos salen los sábados. Que por alguna razón no podemos poner sobre el caucho los domingos.  Tal vez si nos olvidáramos por momentos de competir, el fluir sería hermoso. Esa es la gran diferencia. Busquémosle lo divertido al competir y creo que cuando lo encontremos en su totalidad, no nos para ni bochadehombros o la gordademierda.

ARDILLAANCHOAELIOELIBALDISUBCOYLAMARENCOCHE
BUENOS AIRES, ARGENTINA, HUMEDAD!
CERATI ETERNO…